Al concluir la semana de alto nivel de la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, aquí hay cinco conclusiones de Pacto Global de las Naciones Unidas que todo líder empresarial preocupado por la sostenibilidad querrá conocer.
Las empresas tienen un papel fundamental que desempeñar en la resolución de las crisis actuales, la reconstrucción de la confianza y la construcción de un futuro sostenible. Desde la alteración del clima hasta el aumento de la desigualdad, el papel del sector privado nunca ha sido tan crucial.
1. Las empresas sostenibles son empresas competitivas
Los argumentos comerciales a favor de la sostenibilidad son ahora más claros que nunca: las empresas que se alinean con la sostenibilidad y la cooperación internacional están mejor posicionadas para gestionar los riesgos y aprovechar las oportunidades.
Según el estudio «United Nations Global Compact–Accenture 2025 CEO Study», el 88 % de los CEOs afirma que la sostenibilidad genera más valor hoy que hace cinco años. A pesar de las dificultades a nivel mundial, el 99 % afirma que mantendrá o incluso ampliará sus compromisos climáticos, medioambientales y sociales.
Las empresas no solo están fijando objetivos, sino que están incorporando la sostenibilidad en su estrategia, operaciones e inversiones.
La financiación y la innovación son fundamentales. Desde estructuras mixtas hasta tecnologías innovadoras, el liderazgo del sector privado impulsará la transformación sostenible.
De hecho, como ilustra la Coalición de Directores Financieros de Pacto Global de las Naciones Unidas, en menos de cinco años ya se han registrado inversiones alineadas con los ODS por valor de casi 300.000 millones de dólares.
La dirección del crecimiento es clara: las empresas que actúen con decisión en materia de sostenibilidad, respaldadas por una financiación, una tecnología y un liderazgo innovadores, no solo crearán valor duradero para los accionistas, sino que también impulsarán el cambio sistémico necesario para alcanzar los ODS.
2. La urgencia y la credibilidad marcarán la diferencia entre las empresas
En esta nueva era, las empresas que actúen con urgencia y credibilidad tendrán una ventaja competitiva sobre las que no lo hagan.
Solo el 35 % de los objetivos de los ODS están en camino de alcanzarse o progresando hacia su consecución, y el déficit de financiación anual es de casi 4 billones de dólares. Al mismo tiempo, menos del 15 % de los CEOs se sienten preparados para las crisis mundiales.
Las empresas deben actuar con mayor rapidez, fijando objetivos con plazos concretos e informando de forma transparente. Mediante herramientas como la modernizada Comunicación sobre el Progreso de Pacto Global de las Naciones Unidas, que actualmente utilizan más de 13.800 empresas, estas pueden contribuir a generar la confianza y la responsabilidad que necesitan para tener éxito en el panorama actual, tan cambiante y turbulento.
3. La acción climática global cobra impulso
En la Cumbre del Clima 2025, casi 100 países anunciaron su compromiso de implementar nuevos objetivos climáticos antes de la COP30, que se celebrará en Belém (Brasil) en noviembre. Por primera vez, varias economías importantes, entre ellas China y Nigeria, anunciaron objetivos de reducción de emisiones para toda la economía que abarcan todos los gases de efecto invernadero y todos los sectores. Otros países detallaron ambiciosos objetivos en materia de energías renovables, planes para reducir las emisiones de metano, estrategias para salvaguardar los recursos naturales y eliminar gradualmente los combustibles fósiles.
Los líderes mundiales hicieron hincapié en los beneficios de acelerar la transición energética para generar empleo, crecimiento y aumentar la seguridad energética. La transición energética y la adaptación son ámbitos en los que se puede invertir, atrayendo capital privado hacia las energías renovables, el almacenamiento, la naturaleza, las infraestructuras resilientes y la mejora de las cadenas de suministro. Los CEOs están ampliando sus compromisos y la mayoría tiene previsto aumentar la inversión en sostenibilidad, lo que abre las puertas a la co-inversión y a las asociaciones para la innovación.
Los países en desarrollo subrayaron la importancia de incorporar medidas de adaptación, resiliencia y pérdidas y daños en sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), haciendo hincapié en la urgente necesidad de aumentar la financiación para cumplir y superar sus ambiciones.
Las empresas que actúen ahora adoptando soluciones más ecológicas tendrán la oportunidad de obtener una ventaja competitiva a medida que el mundo avanza hacia las energías renovables, la reducción de emisiones y soluciones más sostenibles en general.
4. La financiación para el futuro incluye inversiones sostenibles
¿Qué pasaría si la fortaleza del papel del sector privado para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social radicara en la capacidad de considerar los retos del desarrollo como oportunidades de inversión?
Invertir en soluciones sostenibles en materia de alimentación, agua, salud y clima podría generar 10 billones de dólares en nuevas oportunidades de negocio y crear casi 400 millones de puestos de trabajo para 2030.
Esto significa alinear el capital con los resultados de los ODS a través de indicadores clave de rendimiento (KPI), instrumentos vinculados a la sostenibilidad y mandatos basados en resultados. Significa valorar el riesgo físico y financiar la adaptación —puertos, redes, agua y soluciones basadas en la naturaleza— junto con la descarbonización.
Las empresas pueden estandarizar la divulgación del impacto para obtener métricas comparables y aptas para la toma de decisiones en todas las carteras, y ampliar los vehículos de financiación combinada (primera pérdida, garantías, facilidades en moneda local) para reducir el riesgo de los proyectos en los mercados emergentes.
Financiar el futuro significa invertir con un impacto medible, donde los beneficios y los objetivos se refuerzan mutuamente. Al integrar la sostenibilidad en los modelos de negocio básicos, las empresas no solo mitigan los riesgos, sino que también dan forma a los mercados, impulsan la innovación y generan un crecimiento inclusivo. Cuando se aprovecha estratégicamente, el sector privado se convierte en un multiplicador de fuerzas para los ODS: libera capital, amplía las soluciones y transforma la ambición en acción.
5. Fuerza colectiva para el progreso
Los problemas globales requieren soluciones globales. Ninguna empresa, gobierno o país puede resolver por sí solo los retos sistémicos. Juntos, mediante la colaboración y la acción colectiva, basadas en los Diez Principios y los ODS, las empresas, los gobiernos y las instituciones multilaterales pueden impulsar un cambio significativo.
El 97 % de los CEOs afirma que la colaboración entre industrias y cadenas de valor es esencial, mientras que el 92 % pide una gobernanza global más sólida. El mensaje es claro: abordar los retos interconectados de hoy en día requiere coherencia, confianza y un compromiso compartido entre todos los sectores.
Las empresas, las instituciones multilaterales y los gobiernos aportan capacidades únicas. Solo colaborando podremos hacer frente a la magnitud y complejidad de los retos actuales. Al compartir conocimientos, armonizar incentivos y aprovechar los recursos colectivos, las empresas pueden acelerar el progreso hacia los ODS y crear economías resilientes, inclusivas y sostenibles. En resumen, el camino hacia el impacto se ve impulsado por la fuerza colectiva.
La Asamblea General de la ONU 80 llega en un momento de retos y oportunidades globales sin precedentes. El sector privado debe desempeñar un papel en la configuración de un futuro más justo, inclusivo y sostenible.
Ahora que Pacto Global de las Naciones Unidas, la mayor iniciativa mundial en materia de sostenibilidad, celebra su 25.º aniversario, el llamado a la acción sigue siendo firme: juntos, unimos a las empresas para lograr un mundo mejor, en ámbitos como la igualdad de género, los salarios dignos, la gestión del agua, la innovación climática, las cadenas de suministro resilientes, las finanzas sostenibles, los océanos y muchos más. Juntos, con más de 20.000 empresas de más de 160 países, convertiremos la ambición en acciones creíbles a gran escala.