- La compañía alcanzó la meta de 2025 de obtener el 20% de su leche fresca mediante prácticas regenerativas, avanzando en su compromiso de impulsar un modelo agroalimentario más sostenible, la innovación y el fortalecimiento del talento joven a cargo de las transformaciones para la agricultura del futuro.
En un escenario marcado por el cambio climático y la presión sobre los recursos naturales y el cuidado del suelo, la agricultura enfrenta el desafío de producir alimentos de manera sostenible. En ese contexto, Nestlé Chile alcanzó recientemente un hito clave: el 20% de la leche fresca que utiliza para la elaboración de sus productos cuenta con prácticas regenerativas, lo que le permitió a la compañía reducir en el último año más de 15.000 toneladas de dióxido de carbono equivalente.
Este logro se enmarca en la estrategia global de Nestlé anunciada en 2021, que busca que al menos la mitad de sus ingredientes clave provenga de estas prácticas al 2030. Pero esta meta no se limita a cifras, es un camino que combina innovación en prácticas agrícolas, inversión en investigación y capacitación, así como una estrecha colaboración con agricultores que reciben la asesoría en terreno del equipo de agrónomos de Nestlé junto al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), dependiente del ministerio de Agricultura.
“Al integrar este modelo agroalimentario a nuestra cadena de valor estamos aportando a la protección y restauración de tierras de cultivo y sus ecosistemas, para además hacerlos más resilientes ante los efectos del cambio climático. Esto a su vez permite avanzar en un mayor bienestar para las comunidades vinculadas a la producción de materias primas claves para la fabricación de nuestros productos”, explicó Andrés Eyzaguirre, director de Asuntos Corporativos de Nestlé Chile.
Algunas de estas prácticas consisten en la siembra de cultivos de cobertura para proteger el suelo contra la erosión y el uso de biofertilizantes en lugar de fertilizantes sintéticos, lo que permite recuperar materia orgánica del suelo, contribuyendo a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
La implementación de técnicas como la labranza mínima, los cultivos de cobertura y la agroforestación permiten reducir significativamente la alteración del suelo, favoreciendo su conservación y estabilidad. Estas prácticas regenerativas disminuyen la exposición del suelo al viento y al agua, lo que a su vez reduce significativamente la erosión.
Formación y futuro
El fortalecimiento del capital humano ha sido un eje central de esta estrategia de regeneración. Nestlé Chile ha capacitado a cerca de 400 jóvenes y agroemprendedores rurales, 49% de ellos mujeres, gracias a alianzas con Fundación 3 Hojas, así como liceos agrícolas de la región de Los Ríos y Los Lagos.
La entrega de formación especializada ha contribuido al desarrollo de competencias y nuevas oportunidades en el sector agrícola. Sólo este año Nestlé ha entregado formación mediante la entrega de 80 becas laborales en liceos del área agropecuaria.
“La regeneración no es solo ambiental, sino también social. Cada productor, cada estudiante y cada joven que se forma en estas prácticas está construyendo la base de un campo más resiliente y con más oportunidades para las próximas generaciones”, destacó Eyzaguirre.